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El incosciente como escritura: entre gramática y lógica.
El campo del psicoanálisis es imposible de pensar por fuera de las consecuencias de ese acto inaugural por el cuál Freud establece al inconsciente como concepto. Y resaltamos esa dimensión del concepto para retomar la definición de Lacan en Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis donde afirma que un concepto es algo que se escribe, no algo que se dice. Por consiguiente un concepto significa una operación en la cual algo se delimita, también podríamos decir que algo adviene a la existencia, conceptual. Esto justifica que el mismo Lacan sostenga en Posición del inconsciente que: “… el inconsciente de antes de Freud no es, pura y simplemente”. Interesante perspectiva epistemológica por la cual el concepto no revela sino que funda, instituye algo que antes no estaba, en el caso de Freud es evidente que la gente antes de él soñaba, pero esta actividad psíquica era atribuida a otros factores y no a la participación de un deseo sexual como motor. En la misma línea entonces Freud puede situar al inconsciente como un saber, pero uno inédito: un saber no sabido, rompiendo entonces con una tradición de siglos en cuanto al modo de pensar la estructura del saber.
Embarcado en su orientación a lo real encontramos en Lacan una progresiva importancia de la función de la escritura. Ésta deviene el resorte y el recurso fundamental para poder dar cuenta de esa hiancia que afecta a la estructura misma del Otro, la cual conlleva la imposibilidad de escribir la relación complementaria sexual, otro modo de pensar a la castración. Este giro afecta, por supuesto, al estatuto del inconsciente mismo y esto se hace patente en dos coordenadas fundamentales que vamos a tomar en el curso, los seminarios La lógica del fantasma y Los no incautos yerran, los seminarios 14 y 21. El primero de ellos pone en tensión a la identificación y a la repetición para poder comenzar a interrogar al inconsciente como escritura, esto da como resultado una alto nivel de formalización lógica con la consiguiente rectificación en cuanto al estatuto de la verdad. En el segundo, es nuestra lectura, la aspiración a la escritura se concreta en esa forma lograda que es la topología borromea, la cual no deja de tener vínculos con la lógica, y precisamente con la modal.
Este recorrido le irá permitiendo a Lacan diferenciar al inconsciente como conjunto abierto del inconsciente como conjunto cerrado, siguiendo la repartición entre los campos de goce: fálico y no-todo. También, y en la misma línea, aunque con una mayor apoyatura en la lógica, podrá diferenciar al inconsciente en su existencia o en su ex-sistencia: la distancia entre lo simbólico y lo real del inconsciente.
Clase 1.
• Articulación entre inconsciente y lenguaje.
• Del primer al segundo aforismo: del lenguaje al discurso.
• El paso de la estructura al Otro.
• La sintaxis subjetiva.
Clase 2.
• La separación entre la lógica y la gramática a nivel del fantasma.
• La lógica viene de lo real.
• La tensión entre la identificación y la repetición.
• Primeros esbozos del aforismo: “No hay relación sexual”.
• Primeras aproximaciones al concepto de inconsciente como escritura.
Clase 3.
• Primeras caracterizaciones de lo nodal borromeo.
• Particularidades y características del anudamiento.
• Modos y estatutos de la nominación: el paso, del lenguaje al modo lógico.
• El inconsciente: convergencia entre lo modal y lo nodal.
Clase 4.
• Especificación de la distancia entre el inconsciente como existencia y como ex-sistencia.
• Lo lenguajero del inconsciente, el punto donde se entrama con un real.
• Consistencia entre inconsciente y síntoma.
• El síntoma como letra.