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Los psicoanálisis frente a los pensamientos queer
Diálogos y disputas
Los psicoanálisis, en plural, y no el psicoanálisis porque el campo de la teoría y la praxis del psicoanálisis es muy heterogéneo, y en el meollo de lo que quiero plantear en este curso está la pregunta de qué psicoanálisis queremos. Los pensamientos queer, o cuir, porque no quiero restringirme a un diálogo con la teoría queer, sino a todo el campo de enunciación (desde la literatura a la filosofía, pasando por el psicoanálisis) que reinterroga a Eros en disyunción con la normatividad hetero-cis. Diálogos y disputas en las a veces tensas, a veces fructíferas relaciones entre los diversos psicoanálisis y las voces disidentes. Como lo señalara Jean Allouch en un famoso artículo, el psicoanálisis tiene motivos para sentirse avergonzado por el modo en que acogió (o tal vez sea mejor decir que no supo acoger) a la disidencia sexo genérica. Avergonzado de haber traicionado su vocación más propia al haber puesto al discurso psiquiátrico acerca de la perversión por encima de las voces que hablan de deseo, goce, angustia, vida y muerte, y no de normalidad o anormalidad. Avergonzado de no escuchar. Dialogar y disputar enriquece la teoría y la práctica del psicoanálisis, y, espero, al pensamiento cuir.
Mi propuesta en este curso será revisitar algunos capítulos de mi libro Edipo gay, Heteronormatividad y psicoanálisis, abriéndolos a la discusión a partir de la interrogación de los participantes del curso y de los devenires de mi propio recorrido. Mis ratificaciones, correcciones y arrepentimientos.
El curso tiene dos objetivos básicos. En primer lugar, seguir levantando la hipoteca psiquiátrica que tenemos en el psicoanálisis a partir de la adopción del concepto de perversión como modo de nominación de la riqueza de la experiencia erótica. Esto es absolutamente fundamental para poder verdaderamente acoger a todo sujeto, sea cual sea su modo de vivir el erotismo. En segundo lugar, pero no menos importante, el curso se plantea interrogar qué psicoanálisis queremos. Creo que los diálogos y las disputas con los pensamientos queer han producido una división de aguas entre un psicoanálisis que quiere permanecer igual a sí mismo, que parece creer que tiene todas las respuestas, y otros que están dispuestos a revisar sus premisas y seguir produciendo saber. Y eso no es posible sin confrontarse con lo angustiante de la inconsistencia de todo saber. Supongo que quedará claro cuál es mi apuesta.
Modalidad: Puede tomarse en diferido.