Lo que el psicoanálisis enseña a las neurociencias

En principio es necesario reconocer lo provocativo del título. Que podría el psicoanálisis, un práctica considerada no científica, enseñar a una ciencia que verifica sus hallazgos con un método propio, que puede así construir un saber al que se puede acceder siguiendo un camino

experimental? En efecto, hay algo cierto, las así llamadas neurociencias han logrado avanzar mucho en el conocimiento del cerebro, órgano fundamental, así como en todo el campo neurológico. El progreso instrumental ha tenido en esto un papel fundamental y consecuencias relevantes en el diagnóstico y tratamiento de patologías neurológicas.

Cual podría ser el aporte del psicoanálisis entonces? Nada menos que el haber descubierto que el ser humano en el que fundamento de las neurociencias se apoya es muy otro al que supone.

Y que por tanto en el campo de lo que podemos llamar genéricamente lo “psíquico” ignora lo fundamental.

Para ser sintéticos: que el humano no busca adaptarse a su medio para preservar su vida individual y tampoco contribuye como se supone a la supervivencia de su especie. Es lo que harían los animales sea cual fuere su grado de desarrollo, pero no lo que genéricamente se ha dado en llamar: el hombre. El psicoanálisis ha llamado a eso pulsión de muerte. Es decir, el humano no busca su bien, todo evidencia que por el contrario busca su mal.

Las neurociencias desconocen la pulsión de muerte y con ello un descubrimiento central del psicoanálisis, que lo decisivo en el humano es que no rige su vida por el placer sino por su mas allá: el goce. 

Freud descubrió tempranamente que allí donde se supone hay instintos de conservación estos están primariamente afectados por las pulsiones sexuales. No solo estas no están al servicio del mantenimiento de la especie sino que afectan la homeostasis del cuerpo, es decir, lo desnaturalizan.

Con Lacan se pudo avanzar en el hallazgo freudiano: el lenguaje tiene una función de comunicación mínima, más que usarlo el ser parlante es determinado por él y sobre todo lo divide en tanto sujeto: el sujeto dividido lo es entre su conciencia, lo que cree que es y dice, y su inconsciente, lo que dice sin saber lo que dice, lo que revela su ser y que ignora.   

Estos descubrimientos que permitió el psicoanálisis son desconocidos por la ciencia, las neurociencias, y esto condiciona totalmente sus hallazgos y su interpretación.

Al suponer que el humano es el punto más alto de la escala zoológica , al ignorar la ruptura  decisiva que se produce en tanto es un ser de lenguaje , que vive determinado por su inconciente y su posición de goce, creerá que la experimentación lo llevará a conclusiones verdaderas.