Finales de análisis y pase: De Freud a Lacan

En “Análisis terminable e interminable” Freud discute si el horizonte del análisis se sitúa en torno a la “roca de la castración en sus dos variantes para ambos sexos : “envidia del pene “ en la mujer y “protestación viril” en el hombre. De este modo coloca la relación con el Falo como el obstáculo ultimo al que debe llevar una análisis con un ser hablante de uno y otro sexo : a poder “reconocer y controlar” la relación al deseo de falo en ella, a poder soportar la castración en él. El limite queda asi determinado en la obra del creador del psicoanálisis por la relación del sujeto con Falo como significante del deseo. Es un limite en el análisis, pero como escribe lacan “los llevaba ( a los analizantes) hasta allí”. 

Esto marca no solamente el limite, el horizonte de la clínica de las neurosis presente en la Obra de Freud, sino también precisamente la conceptualización que la teoría le permitia hacer de la finalización de los análisis, es decir cual era la teoría en juego de la neurosis y de lo que un análisis permitia introducir como punto final. Lo que permite deducir un pirncipio general que postularía que la teoría del final del análisis depende de la teoría que cada analista se haga de lo que es la neurosis y de como y hasta dónde se puede operar con ella. Este principio es análogo a aquel que Lacan formula al comienzo de su escrito sobre “La Direccion de la Cura” diciendo que “el enunciado del principio mismo de la asociación libre depende de la teoría que un analista se haga del comienzo de la cura”. Lo que verifica la afirmación freudiana en uno de sus textos acerca de la transferencia que indica que – a la manera del juego de ajedrez - solo tenemos un esquema del comienzo y del final de los análisis, pero no podemos determinar por adelantado lo que ocurrirá al interior mismo de un análisis. Podríamos agregar aquí que depende del punto al que un analista haya llegado en su propio análisis, que pueda dirigir un análisis hasta un punto similar. Lo que pone en el centro de la cuestión de los finales de análisis el análisis del analista, el punto clínico y teórico hasta el cual haya podido empujar su propio análisis. Es decir : lo que pone en el centro de la cuestión lo que Lacan ha llamado el “pase” del analista. 

Esto mas allá del hecho que Lacan ha permitido ir más allá de este limite freudiano de la “roca de la castración “, al considerar que existe un goce otro que el goce fálico, el goce femenino no-todo en su Seminario XX Aun. Este mas allá del falo permite llevar más lejos los análisis del impasse en el que Freud dejó la cuestión del final del análisis y abordar a este en una perspectiva diferente : la de los arreglos con el goce al que el análisis permite proceder a cada analizante. En lo que atañe a la formación de los analistas Lacan tomo la pendiente contraria a la de practica existente en las Sociedades analíticas pertenecientes a la International Psychoanalytic association allí donde el analista debia hacer un análisis de formación con un analista reconocido por estas sociedades y asi ser introducido por este “mentor”, se porponia mas bien que el analista dé cuenta de su recorrido en el análisis testimoniando él mismo delante de una comisión adaptada para ello. Es lo que llamo el “pase”. Podemos medir hoy cuanto esta préctica innovadora y subversiva en la época guarda aun su frescura en la época del “empuje generalizado al testimonio”, en la época de los talk-shows televisisvos, de los blogs personales y de las técnicas de storytelling en el mundo del management y de las empresas. Por qué ¿ Porque de lo que se testimonia en el dispositivo del pase existente en las Escuelas de la Asociacion Mundial de Psicoanalisis es de la desidentificación del analizante consigo mismo, de su propia subversión con aquel que fue, de las operaciones que han tenido lugar en el análisis para separarse y abandonar posiciones que marcaban modos de satisfacción que estructuraban los síntomas del sujeto en su relación con los objetos del mundo, con sus partenaires y fundamentalmente con su goce.