El acto suicida: La caída del objeto a

Víctor Frankl, utilizaba una pregunta para los pacientes que estaban transitando una “situación límite”, ¿Por qué no se suicida usted?. El suicidio no es un acto cualquiera y en el transcurso del tiempo, el mismo, siempre cargó con un gran peso tanto moral como religioso -mas desde que el cristianismo fue sopesando en las sociedades como en su cultura-. ¿Se puede pensar el suicidio sin una valoración moral? Creo que ahí existe una pregunta que abre el debate, inclusive pensar en la validez de la acción. Lacan, rescata algo de la validez del acto suicida “El suicidio es el único acto que puede tener éxitos sin fracasos. 

Si nadie sabe nada de ello, es porque procede del prejuicio de no saber nada”. En dos oraciones Lacan nos propone un juego de lectura e interpretación, bastante profundo a mi entender. ¿Cobra otro sentido el suicidio dependendiendo su estructura clínica? Pregunta que en sí, habla de una postura frente al acto del suicidio como en el tema de La Muerte, se intenta buscar un sentido al acto suicida, de cómo se juega la falta en aquel instante de significar una acción donde el interlocutor “que porta la verdad de su decisión” deja de Ser, de estar, de existir. Tal vez, cuando hablamos de la melancolía (psicosis) como estructura clínica es “más claro” el por qué del acto suicida -por lo menos en todos los textos que pude acceder a algo de esto juega todo el tiempo- tiene un fundamento más claro al momento de explicar al mismo, en tanto, que no así cuando nos situamos en el terreno de la neurosis, ahí hay tierra fértil para lo “paradigmático” del acto. ¿Por qué un sujeto “normal” se suicida? Parte de la historia del suicidio oscila entre la locura y la no-locura aquel que se asesinaba-a-sí-mismo, caía dentro del grupo de los “locos”, pero cuando el acto era perpetrado por algún sujeto que gozaba de una “actitud normal” su acto de desaparición era situado cómo extraño, raro, sin explicación. En el “loco” era entendible que se mate, en el “cuerdo” no. Si La Muerte nos genera desconcierto y las muertes aberrantes nos generan estupor el suicidio es una situación que nos genera desconcierto y estupor. Tal vez por este motivo contenga esa carga moral que lo sitúa del lado de “lo malo” y enigmático. Sabemos bien la función del superyó como heredero de la moral, esa instancia Kantiana como un imperativo que nos demanda gozar. ¿Cómo actúa el suicida? En el acto suicida se juega un entramado a develar, desde las perspectivas de la neurosis, psicosis y la perversión. Lo vinculante al Otro, al goce, a la pulsión de muerte, al objeto a, a la metáfora paterna, al superyó, al significante y a la responsabilidad. No por nada Lacan encuentra en el acto suicida, el modelo del acto del analista, como esa acción que transforma al sujeto en el suicido lo desaparece como sujeto, en tanto que, en el análisis lo transforma en responsable de su goce, su deseo. 

“¿Cuál es, pues, ese sentimiento incalculable que priva al espíritu del sueño necesario para una vida? Un mundo se puede explicar, hasta con malas razones es un mundo familiar. Pero, por el contrario, en un universo privado repentinamente de ilusiones y de luces, el hombre se siente extraño. Es un exilio sin remedio, pues está privado de los recuerdos de una patria perdida o de la esperanza de una tierra prometida. Tal divorcio entre el hombre y su vida, entre el actor y su decoración, es propiamente el sentimiento de lo absurdo. Como todos los hombres sanos han pensado en su propio suicidio, se podrá reconocer, sin más explicaciones, que hay un vínculo directo entre este sentimiento y la aspiración a la nada”. Como plantea Camus, todos en algún momento habrán pensado en su propio suicidio, en la muerte propia, será posible que tengamos ¿Deseos de Muerte?, vuelvo a una pregunta anterior, ¿Se puede pensar el suicidio sin una valoración moral? En la creación de Matt Groening “Futurama”, un joven repartidor de pizza queda congelado en el año 1999 y “despierta” en el 2999, y en aquella ciudad futurista pensada por Groening en distintas partes de la ciudad hay “cabinas de suicidio” como algo de lo “normal” para esa ciudad futurista. El suicidio es un acto por el cual un sujeto se eyecta de la existencia, hay otros sujetos que se vinculan con aquel y que sufren la pérdida provocada por la decisión trágica.